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El germen de trigo

Si eres consumidor habitual de suplementos nutricionales naturales, probablemente estés muy familiarizado con el germen de trigo. El germen es la parte con mayor riqueza nutricional del grano del cereal, a partir de la cual se generará la nueva planta. Cuando se refinan los cereales para su consumo, se elimina esta parte del grano, y con ella, su valiosísimo aporte de nutrientes. Por suerte, podemos encontrar el germen de trigo como suplemento. Veamos cuáles son sus propiedades:

El germen es una excelente fuente de vitamina E. La vitamina E es un potente antioxidante que previene frente al daño de los radicales libres que causan el envejecimiento prematuro. La vitamina E también ayuda a prevenir la oxidación de las grasas que forman parte de las membranas de nuestras células, ayudando así a su mantenimiento y su integridad. También es una vitamina fundamental para el sistema reproductor, de forma que su deficiencia puede ocasionar problemas de fertilidad. El germen de trigo es, además, una buena fuente de otros compuestos antioxidantes naturales como los carotenoides y flavonoides.

El germen de trigo es uno de los alimentos de origen vegetal más ricos en proteínas (un 26-35% de su peso). Estas, además, son de una excelente calidad biológica, superando incluso a la proteína de soja. Las proteínas son necesarias para reparar y crear estructuras, para fabricar hormonas y son fundamentales para mantener fuertes a nuestros músculos. Un buen aporte de proteínas es muy importante en etapas de crecimiento, en el embarazo, en las personas que realizan deporte o actividad física intensa, y en las personas mayores.

También es muy rico en ácidos grasos esenciales, grasas que no pueden ser sintetizadas por nuestro organismo y que deben ser aportadas por la dieta.

Su contenido en vitaminas del grupo B es muy alto. Estas vitaminas participan en numerosas funciones del metabolismo, en los procesos de multiplicación y crecimiento celular y en el buen funcionamiento del sistema nervioso. Las necesidades de estas vitaminas están aumentadas en épocas de crecimiento, estrés y gran actividad física.

El germen de trigo es también muy rico en minerales como el potasio, magnesio, calcio, zinc y manganeso. El potasio ayuda a regular la presión sanguínea y los fluidos corporales, y participa junto con el calcio y el magnesio en los procesos de transmisión nerviosa y contracción muscular. Al magnesio se le considera un «relajante natural» ya que ayuda a equilibrar el sistema nervioso y a relajar los músculos. También ayuda a fijar bien el calcio y el fósforo en los huesos. El calcio, además de ser parte fundamental de nuestros huesos y dientes, también participa en los procesos de transmisión nerviosa y contracción de los músculos. El zinc es un mineral esencial para nuestro sistema de defensas, es muy importante en las etapas de crecimiento ya que participa en los procesos de división y crecimiento de nuestras células. También es necesario en los procesos de curación de heridas y muy importante para el buen estado de las uñas y el pelo. El manganeso a su vez es esencial en la formación de los huesos, en la formación de células sanguíneas y en el sistema reproductor.

Y después de haber visto todas las propiedades nutricionales que posee el germen de trigo, creo que no cabe ninguna duda de que puede constituir un excelente complemento a nuestra dieta que puede enriquecerla enormemente en nutrientes esenciales, con todas las ventajas que ese aumento de nutrientes tendrá en nuestra salud. El germen de trigo es, por tanto, un complemento ideal para los niños en etapa de crecimiento, embarazadas, personas sometidas a una época de estrés físico o emocional, periodos de intensos de entrenamiento y para todas aquellas personas que quieran aumentar el valor nutritivo de su dieta a partir de un suplemento totalmente natural (no olvidéis que se extrae directamente del grano del trigo). Además es un complemento con una fuerte capacidad antioxidante.

En el mercado lo podéis encontrar como comprimidos y en polvo. Se recomienda tomar entre una o dos cucharaditas al día, añadiéndolas al yogur o los cereales del desayuno, espolvoreándolas sobre la ensalada, diluyéndolas en un poco de zumo, etc.

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[…] Las principales fuentes de esta vitamina son los aceites vegetales y  las  frutas ,como aguacate o ciruelas. También se obtiene de la col o repollo, espárragos, espinacas y tomates. Pero el gran antioxidante o también llamado vitamina de la belleza es el germen de trigo. […]

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