Nutre tu piel desde dentro para que luzca espléndida por fuera.
Queremos tener una piel radiante y por eso cada año los españoles nos gastamos más dinero en productos y tratamientos de belleza y cosmética. Pero curiosamente descuidamos nutrir nuestra piel desde dentro, y esto se consigue con una alimentación equilibrada y sana.
Además del aporte de agua, que es imprescindible para tener una piel bien hidratada, hay alimentos y nutrientes que actúan directamente sobre la salud de nuestra piel:
Vitamina A
La vitamina A es uno de los elementos más importantes para construir nuestras defensas. Es útil para combatir cualquier microorganismo que dañe nuestro sistema, incluidos virus como el herpes o infecciones relacionadas con el acné.
Promueve la hidratación y mantenimiento de la piel. Una piel reseca puede ser síntoma de deficiencia de vitamina A. También ayuda a la renovación de mucosas, por lo que protege el sistema respiratorio.
Fuentes importantes de vitamina A son el hígado, la zanahoria, la patata, las espinacas, el melón y las verduras de hojas verdes. También es importante consumir beta-caroteno, un precursor de la vitamina A.
Vitamina C
La vitamina C es uno de los pilares en la construcción y reparación de la piel. Es responsable de la elaboración del colágeno, y como tal, no sólo es fundamental para la piel, sino para la reparación de todo nuestro sistema celular.
La vitamina C no evita el daño a la célula, pero está presente en la renovación celular y por lo tanto consumir cantidades abundantes es idóneo, especialmente en verano.
Alimentos como los pimientos, cítricos, fresas, perejil, brócoli y col son ricos en vitamina C.
Vitamina E
La vitamina E es el mejor antioxidante conocido. Se combina con la vitamina A y el selenio para proveer la mejor protección de radicales libres en el organismo. Combate las manchas provocadas por el sol y retarda la aparición de arrugas. Es uno de los pocos nutrientes que de hecho pueden aplicarse sobre la piel y se absorben.
Las principales fuentes de esta vitamina son los aceites vegetales y las frutas ,como aguacate o ciruelas. También se obtiene de la col o repollo, espárragos, espinacas y tomates. Pero el gran antioxidante o también llamado vitamina de la belleza es el germen de trigo.
Vitamina B
Las vitaminas del grupo B tienen un papel fundamental en el sistema inmunológico y en la división celular. Esto hace que su carencia provoque trastornos de la piel como erupciones, úlceras en boca y lengua, dermatitis seborreica, estrías y también provoca caída del cabello.
Esta vitamina la podemos encontrar en cereales integrales (arroz, trigo, avena, etc.), legumbres (soja, guisantes, lentejas, …), en el huevo , el germen de trigo y la levadura de cerveza.
Omega 3
Los ácidos grasos del tipo Omega 3 combaten la inflamación y las manchas en la piel. Son responsables de la reparación de la piel y de su correcta lubricación, sin la cual, somos vulnerables a bacterias, hongos e infecciones de todo tipo.
Los alimentos que contienen gran cantidad de omega 3 son el pescado, las nueces y la chía.
Selenio
Este mineral juega un papel importante en la elasticidad de los tejidos. Sus cualidades antioxidantes combaten los radicales libres en la piel y protegen del daño de la radiación ultravioleta y de algunos productos químicos presentes en cosméticos como cremas y desodorantes.
El selenio funciona mejor combinado con la Vitamina E. Fuentes naturales de selenio son el germen de trigo, salmón, atún, ajo, arroz integral y nueces.
Silicio
Ayuda a mantener la piel elástica. Es un mineral presente en músculos, tendones, cabello, ligamentos, uñas, huesos y también en la piel. Ayuda a la cicatrización adecuada y a sanar heridas. El silicio está presente en puerros, garbanzos, fresas, pepinos, semillas, cebollas, mangos, apio y espárragos.
Si no consumes suficiente silicio, la piel no puede fabricar nuevas células adecuadamente, ya que participa en la producción de colágeno. El resultado son estrías, arrugas, piel delgada y frágil y envejecimiento prematuro.
Al igual que el silicio, participa en la síntesis de colágeno y en la regeneración de las capas de piel.
En la piel, la regulación hormonal es importante para controlar la producción de acné y los niveles adecuados de grasa. Niveles bajos de zinc pueden ser la causa de acné, y su inclusión en la dieta una forma para solucionarlo. Está presente en mariscos, carnes de animales que comieron pasto, nueces, huevo y cereales integrales. El zinc también es un agente importante en la eliminación de bacterias nocivas, por lo que además de mantener tu piel sana, te ayudará a combatir el mal olor.
Así que, si seguimos una alimentación sana y equilibrada, rica en verduras, frutas y cereales aparte de gozar de buena salud, también tendremos una piel más bonita y los tratamientos de belleza nos darán mejores resultados.
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